Desde el amor aprendí a ver algunas cosas como se ve a la lluvia bajo el impermeable.
Sin miedo a mojarme de odio o del miedo del otro a pensar sin antes recurrir al baúl de sus mundos.
Desde el amor aprendí que eso de amar no es dar más, ni tolerar la ignorancia. Amar a veces es sólo perdonar y confiar en el pulso del creador que todo lo ve y nos quiere llenos de paz, su paz.
Así que «solo perdona» me dije…
A pesar que a veces me amén y a veces me teman, solo perdona pensé, «desde el amor pasa, perdona y sigue viajera».
Sé el primero en responder