El más inesperado privilegio,
ser instrumento de una visión.
Demasiada razón para sentir,
hasta hacerme sutil.
He llegado hasta ti,
mi espacio cubierto de estrellas blancas,
mientras el calor de la lluvia
habla y me hipnotiza,
sólo entendible en este tiempo…
Así voy cayendo en lo cotidiano,
mientras el presente parece fugaz
y no es para tomarlo entre mis manos.
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