Hoy la tarde vino bonita.
El cielo aun guardaba las ultimas gotas de lluvia,
y el aire era limpio como limpia se sentía el alma,
rejuvenecida en cada nuevo aliento.
Las paredes blancas frente a mí, reflejaban el lejano sol a mis espaldas,
ese que de este lado ya no estaba,
y naciendo desde el horizonte,
suaves sombras contrastaban en las copas verdes de los árboles,
bañadas cálidamente del día que se alejaba.
Que bonita llegó hoy la tarde…
Amo la creación y mis manos la sienten en su alegría…
mientras se fundían y jugaban con el día.
Gaby Torres M.
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